-T.
tiene 12 años de edad. Es el segundo hijo de una familia compuesto por padre de
43 años, madre de 40, hermana de 14 años y un hermano de 7 años. T. está
cursando con mucha dificultad 2º de primaria. Su hermana ha tenido problemas
con las matemáticas pero está avanzando satisfactoriamente. El hermano pequeño
tuvo problemas con la adquisición de la lectura y escritura.
-El padre tiene negocio propio y la madre es funcionaria. El nivel
socio-económico de la familia es medio-alto.
-La
principal queja de sus padres es su rendimiento escolar. El niño ha ido pasando
de curso por exigencias de los vigentes planes de estudio. Sin embargo, su
retraso respecto a su grupo de edad sigue vigente (notas deficientes en todas
las asignaturas). En la propia escuela a la que asiste se le asignó a un grupo
de repaso y la psicóloga del centro aconsejó una evaluación e intervención
psicológica extraescolar. El principal problema, según su tutora, son las
dificultades en centrar su atención en los aspectos relevantes de la clase y,
conductas de distraerse o distraer a sus compañeros, con comentarios o actos
irrelevantes para la clase. También se describen conductas hiperactivas.
-Los problemas no tan sólo son de rendimiento académico sino de relación social
con otros iguales ya sea dentro o fuera de la escuela. Suele presentar
conductas disruptivas de enfados aparentemente sin motivo justificado. La
relación con sus compañeros es mala y suele ser objeto de burlas a las que,
alguna vez, ha reaccionado violentamente. Hace poco T. fue expulsado del
colegio durante una semana por "perder los nervios" y lanzar un libro
que impacto en la cabeza de un compañero.
-En casa, se comporta con cierto menosprecio de las reglas (le tienen que
insistir para cosas tan cotidianas como la simple ducha o recoger la mesa al
acabar de comer). Los padres adoptan una actitud de dominancia y lo castigan
por no cumplir las reglas domesticas, sin embargo T. parece haberse adaptado a
tanto castigo y lo acepta con más o menos protestas. Los padres parecen
resignados a aceptar que su hijo no tiene remedio a pesar de que lo han
intentado por todos los medios. En casa no ha presentado episodios agresivos.
-T, se agobia fácilmente en lugares donde hay mucha gente y procura evitarlos.
Cuando está nervioso, suele morderse las uñas o manos. Sus padres lo describen
como tozudo y cabezota. Otra conducta que suele aparecer es la de comer
compulsivamente. Pese a tener los alimentos bajo control, T. se las ingenia
para coger cualquier cosa comestible (“no importa la hora”) para devorarlo
inmediatamente a escondidas o fuera de la vigilancia de sus padres. Este tipo
de conducta resulta especialmente problemática dado que el niño presenta
sobrepeso. No se han presentado episodios de "pica" (ingestión de de
materiales no comestibles).
-Últimamente han aparecido conductas de retraimiento "como si estuviera
deprimido", con desinterés hacia actividades que antes le atraían (juegos
ordenador).
-Desde muy pequeño, sus padres se han preocupado por su educación y no dudaron
en contratar profesores particulares o apuntarlo a actividades extraescolares
como clases de repaso o informática. Los resultados, sin embargo, fueron los
mismos que en la escuela. T., no tan sólo no progresaba adecuadamente en las
clases sino que, según los mismos profesores, solía convertirse en un elemento distractor
del resto del grupo. La consecuencia inmediata era el rechazo y menosprecio de
algunos profesores y compañeros.
-Nació
de parto natural y tras un embarazo sin problemas de mención.
El niño se alimentó con pecho durante los primeros meses. Patrón normal
comer-dormir cada tres horas. Los padres informan que, hasta pasados los ocho o
nueve meses, al niño no parecía interesarle nada del mundo exterior,
simplemente comía y dormía. Fue ganando peso y talla siempre por encima de lo normal.
-Empieza a mantenerse de pie a partir del año y medio, dando sus primeros pasos
a los 15 meses y andar sin ayuda a los 18. Según afirman los padres, siempre ha
habido una cierta torpeza motora.
-En la adquisición del lenguaje hubo retraso significativo: sus primeras
palabras se empiezan a producir hacia los dos años (se trata de pseudopalabras)
y no es hasta los dos años y medio que empieza a pronunciar algunas palabras
claras y acompañadas, en ocasiones, de tics gestuales . Las primeras combinaciones
de palabras con sentido aparecen a partir de los tres años y siempre con
algunas dificultades. A este "retraso", no se le dio, en principio,
mucha importancia y no se valoró con el pediatra.
-Durante esta primera etapa es de destacar hacia los 2 años, unas crisis
nocturnas, durante el sueño, con temblores generalizados y conciencia alterada,
no consiguiendo “despertar” al niño que persistía con los síntomas durante
algunos minutos. Todo ello propició algún ingreso en urgencias y un primer
diagnóstico pediátrico de epilepsia. Posteriormente, las crisis fueron
remitiendo hasta desaparecer.
-El control de esfínteres siguió un patrón normal.
-No hay otros problemas médicos dignos de mención a excepción de la miopía que
padece.
-Las únicas quejas que refieren los padres en la infancia es su déficit
atencional (parece que no oye) e hiperactivo (no puede
entretenerse durante mucho tiempo en la misma cosa).
Antecedentes familiares de interés:
Se informa de la presencia de retraso mental no filiado en un tío materno.
El tío falleció hace muchos años y se desconoce su historial clínico.
4- Planteamiento de la
Evaluación
El
caso de T. nos presenta una constelación de síntomas que abarcan distintas
áreas del funcionamiento del niño (familiar-escolar y social). La principal
demanda, por parte de la familia, era la de encontrar soluciones para su bajo
rendimiento escolar, pero, es evidente, que la evaluación debía ampliarse más
allá de los horizontes meramente académicos.
-Como punto de partida, nos interesaba conocer su nivel de competencia
intelectual, pero también nos preocupaba analizar su estado emocional (dada la
presencia de trastornos emocionales y de conducta) y de relación con su
entorno, familia, compañeros, etc... (déficit en habilidades sociales).
Entonces
¿Qué
piensas de la actitud del niño?
¿Qué piensas
de la actitud de los padres?
¿Cómo
docente si fuera "T" uno de tus alumnos, cuáles criterios utilizarías para
evaluarlo y cómo lo harías?